Uno de los mejores dramas carcelarios de la historia del séptimo arte, junto a "Cadena perpetua (1994)" de Frank Darabont y "La evasión (1960)", de Jacques Becker. Las tres buenísimas pero hablando de la que toca ahora, Celda 211, no puedo decir mucho más que ya no se haya dicho. He de decir, y siempre lo cuento, que ni me dio tiempo de comerme mis frutas de turno durante los 110 minutos de metraje de la película. Siempre, incluso con las pocas buenas de terror (más impactantes por eso de los sustos) que he visto en la gran pantalla en los últimos años (REC y El Orfanato), me dio tiempo a engullir mi plátano ó mi manzana. Pero este film de Daniel Monzón, también escrita por él, no te da tregua en ningún momento, la emoción se instala desde los primerísimos minutos, va poco a poco "in crescendo" y ya no para hasta el final. Los actores, todos extraordinarios. Película completísima, difícil de repetir, una verdadera lección de cine de este director mallorquín.
