lunes, 29 de junio de 2009

MI PELICULA POR EXCELENCIA


Lilja 4 – ever. Mejor dicho LILJA 4 – EVER. El tándem Moodysson – Akinshina traspasa los límites de lo humano. Una historia real que te dejará aterido, reflexionando durante horas (a mí me llevó días), sobre una de las tragedias mejor narradas de todos los tiempos en 35 mm. Un film totalmente necesario y, aunque esto suene a tópico en la jerga cinematográfica, la verdad es que no lo es.

No habría palabras suficientes para describir el calibre de esta portentosa historia, de esta asquerosa realidad que sacude a la humanidad en cualquier emplazamiento de la orbe de la que todos formamos parte. Prácticamente imposible no emocionarse ante el destino de la protagonista, de la que te haces cómplice desde el primer minuto. Uno quisiera entrar por la pantalla para rescatar a la desdichada Lilja, pero la realidad es que no es posible.

Es deshonroso, indecente y despreciable que una película como Lilja 4-ever no se proyecte en las salas de cine, y sólo llegue a algunos festivales menores. Con el tiempo, espero poder verla en la gran pantalla, y si es posible, aunque sea mucho pedir, que sea subtitulada, pues en caso contrario habría escenas que perderían su altísimo poder emotivo. Puedo aseverar sin ningún género de duda que la gran mayoría de las personas que asistieran a la sala de cine, saldrían íntegramente impresionados y conmovidos ante semejante obra maestra del séptimo arte.

El mundo de la prostitución tiene aquí un punto de inflexión, pues no volverás a opinar igual después de haberla visto. Es evidente que la triste experiencia de la protagonista te va a pillar por sorpresa, porque igual te esperas una película más del montón, pero no es así, te vas a sentir un privilegiado de haber contemplado la historia de una niña, que su único “pecado” fue nacer en el lugar, momento, y familia equivocada. Nunca antes una película me había conmocionado tanto, y difícilmente pueda hacerlo. Lukas Moodysson ha puesto el listón muy alto.

El caleidoscopio del lenocinio queda gravemente herido de muerte, desde la perspectiva de los chulos, proxenetas y hallecks que pululan por los diferentes puntos de la orbe en busca de víctimas fáciles de captación y posterior explotación. Lilja 4-ever es mucho, muchísimo más que una película, es una “coreografia” de vicisitudes no aptas para todos los públicos, donde solamente los duros de corazón no sabrán comprender las arduas superviencias que determinados sujetos infligen a otros, a costa de suculentos dividendos, aniquilación de personas y desprecio por la vida de los demás.

¿Cuántos oscars habría ganado este film si se hubiese dirigido y producido en la venida a menos Hollywood? ¿Por qué esta soberbia y espléndida película sueca rodada entre la opulenta Suecia y la empobrecida Rusia no ha llegado a los puñeteros cines de España? ¿Por qué los bodrios inundan nuestras carteleras? La respuesta a esta pregunta es obvia: fuertes sumas de dinero, gastadas en promocionar un gran número de cintas provenientes de los más poderosos del mundo del celuloide, no importando lo mezquinas que éstas sean, pues lo que se pretende a toda costa es sacar el máximo provecho, aunque éste sea un subproducto de exigua y limitada calidad.

No os la perdáis.

Siempre nos quedará Lilja.