Hace unos años, la primera vez que oí hablar de esta película pensé que se trataría del típico film de aventuras malo, por eso de "el conquistador". Después de todo este tiempo y de haberla visto, he de reconocer que tuve un CRASO ERROR. No tiene disculpa haber desconfiado de semejante tesoro del cine europeo y por qué no decirlo, mundial.

Como referencia, ganó el oscar del año 1988, compitiendo entre otras con "Mujeres al borde de un ataque de nervios", de Pedro Almodóvar. Entiendo que haya ganado dicho galardón, pues la película en su género es realmente buena, buenísima, y en general se puede hablar de una obra extraordinaria, con un guión largo pero muy conseguido en todo el metraje.

Tremendamente emotiva y a ratos inhumana, se hace difícil que no se te haga un nudo en la garganta en repetidas ocasiones, por la crudeza de algunas secuencias que a buen seguro mucha gente las vivió por aquel entonces, así como otros en la actualidad en otras partes del mundo. Los opulentos individuos sin escrúpulos hacen verdaderos estragos en las vidas de los demás, por el mero hecho de que su cierto poder les da derecho para abusar de aquellos infortunados a los que la vida les ha hostigado injustamente.

Vives las situaciones de los personajes casi agarrado de sus manos, porque desde el mismo principio ya conectas con ellos, en especial con Pelle, pero es que realmente la actuación de todos es en general muy buena. Especial atención también a Rud, en el que su aspecto y su vida me hacen sentir cierta compasión ante su desgraciada existencia.

Un drama en toda la regla, sin caer en la sensiblería y ñoñería a las que estamos acustumbrados a ver. Es una terrible odisea en la que un padre sueco y su pequeño vástago experimentarán la difícil tarea de emigrar a un país, donde la suerte les será esquiva en una ardua tarea de salir adelante con una notable escasez de medios.

Una película que te hará recapacitar sobre lo afortunado que eres de tener una vida digna.